A finales del siglo XIX, después de haber desaparecido aparentemente de la Tierra durante mucho tiempo, reapareció en su forma actual el Reiki; el sistema de sanación natural - redescubierto por el Dr. Mikao Usui, nacido el 15 de Agosto de 1865.
En aquellos tiempos, Usui residía en la cuidad de Kyoto, la antigua capital imperial de Japón, donde se convertiría en un monje budista.
Un día, el Dr. Usui se preguntó si los milagros de sanación producidos por Jesús y el Buda histórico tras alcanzar la iluminación se podían repetir de nuevo. Con esta idea en su mente visitó diversos templos y monasterios de Japón, interrogando a los monjes acerca de este sistema de sanación ancestral hasta encontrar un abad Zen que lo invita a quedarse en su monasterio.
En este monasterio de Kyoto, estudió durante varios años las escrituras budistas en japonés sin obtener resultado. Posteriormente aprendió chino para consultar los textos preexistentes a las traducciones en japonés, sin éxito. Después, decidió aprender el sánscrito para leer los textos budistas originales que nunca habían sido traducidos. En el sutra tibetano del loto descubrió la descripción de este antiguo método curativo y algunas de sus fórmulas. Sin embargo, este acontecimiento intelectual no le sirvió de gran ayuda a nivel práctico. Sin desanimarse, el Dr. Usui le pidió consejo a su viejo amigo el abad, y éste le propuso retirarse al monte sagrado Kuramayama, a unos 25 kilómetros al Norte de Kyoto.
Decidido a encontrar resultados a cualquier costa, comenzó un período de ayuno y medítacíón que duró 21 días. El último día Usui vivió una poderosa experiencia espiritual. De repente, en la madrugada del último día de su ayuno, se le manifestó una gran luz brillante que golpeando su frente penetró fuertemente a través del chakra del tercer ojo, la cual le deslumbró haciéndole penetrar en el estado de supraconsciencia conocido como Satori. Cuando volvió a la conciencia normal de los sentidos, vio que habían transcurrido varias horas. Durante este tiempo vio millones de pequeñas burbujas azules, filas, rosadas y de todos los colores del arco iris. Luego apareció una inmensa luz blanca y vio varios símbolos en anagramas kanji japonés que brillaban con destellos dorados. De este modo, se le manifestaron de forma asombrosa los "símbolos" del Reiki, rodeados de luz dorada, otorgándole el poder y el conocimiento práctico para utilizarlos.
Por fin había encontrado el secreto de la curación natural. Supo que esto era la energía universal de vida, y le llamó Reiki. Así nació el Sistema Usui de Sanación Natural. Después de la visión se sintió lleno de fuerza y de energía y comenzó a descender de la montaña. Con las prisas, se lastimó el dedo de un pie, puso sus manos en el pie durante algunos instantes, y sintió el flujo de la energía, la sangre se detuvo y desapareció el dolor.
Después de las primeras curaciones milagrosas tras su regreso del monte sagrado Kuramayama, cura a su amigo el abad, quien posteriormente le aconsejó abrir en Kyoto un dispensario para indigentes y mendigos en los barrios pobres de la ciudad. Allí, durante más de cinco años, se dedicó a la curación de los pobres. Por fin, observando que la gente una vez que había sanado su cuerpo volvía a su antiguo modo de vida, sin cambiar su forma de ser, el Dr. Usui reconoce que sin encauzar la mente y el espíritu de sus pacientes no podía lograr curaciones duraderas y auténticas. Entonces decidió no dar Reiki a nadie que no supiera valorarlo, y comenzó a viajar por todo Japón, dedicando los últimos años de su vida a la enseñanza de este arte curativo, e iniciando a otros a su método de curación natural y ancestral.
En aquella época, reveló los cinco principios de: Reiki:
"Sólo por hoy no te preocupes. Sólo por hoy no te enojes. Demuestra aprecio y honra a padres, maestros y ancianos. Gana tu vida honestamente y trabaja duro contigo mismo. Sé bondadoso y demuestra gratitud y respeto a todos los seres vivos."
A su muerte, el 9 de Marzo de 1926, siguió su trabajo uno de sus principales discípulos, el Dr. Hayashi, creando diversas clínicas de Reiki. En 1935, Takata, una joven americana de padres japoneses, llegó a la clínica de Hayashi en Tokyo para recibir tratamiento por graves problemas de salud. Allí se cura y pide ser iniciada en Reiki que hasta entonces había estado reservado sólo a los hombres japoneses. Practicó junto a los demás terapeutas en la clínica, y absorbió la esencia de arte curativo de Dr. Usuí. Takata obtuvo resultados asombrosos en todo el campo de la patología humana. Regresando a Hawai, tras recibir el Segundo Grado de Reiki, abrió su propio centro de sanación. Durante una visita del Dr. Hayashi, en Febrero de 1938, éste la inicia en la Maestría. En 1940 muere el Dr. Hayashi, y antes proclama a la Sra. Takata como su sucesora. La Sra. Takata introdujo y difundió el Reiki en Occidente. Cuando murió, en 1980, había iniciado a 22 maestros.
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